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La conservación del queso siempre es algo que uno se plantea, sobre todo si va a comprar un queso de un tamaño considerable.

 

Respecto a la congelación del queso, hay a quienes les parece poco más que una aberración o incluso, pecado capital; pero para otras personas, es una fórmula eficaz de conseguir mantener durante más tiempo el queso, siempre que esté bien envasado antes de proceder a su congelación.

Conviene además tener claro, en el caso de querer hacerlo, qué tipo de queso puede congelarse o no. Y, para ello, debemos de tener en cuenta dos características: la cantidad de agua y la curación del queso.

En el caso de los quesos frescos, como es el nuestro, el que fresco de burgos de SANTI, el de toda la vida, no es un queso que se deba congelar. Su alto grado de agua hace que con la congelación y descongelación se desmenuce y, aunque sean aptos para el consumo, pierden su textura y su sabor se puede ver alterado, ¡sería un pecado no apreciarlos en su momento idóneo para el consumo!.

Al igual que pasa con los quesos frescos, los muy curados, que son más secos y con poca proporción de agua, pierden su textura una vez que se descongelen, tienden a romperse y desmenuzarse.

Según los expertos, los quesos semicurados o quesos más tiernos, con una proporción de grasa de aproximadamente un 40% se pueden congelar sin problema alguno, siempre y cuando, como mencionábamos antes, tomemos la precaución de envolverlos adecuadamente.

¿Cómo congelar correctamente el queso?

Muy sencillo, en papel de aluminio o papel film y dentro de una bolsa de congelación (para eliminar el aire) y haciendo paquetes pequeños o de mayor tamaño (si por ejemplo solemos realizar comidas para amigos o familiares en casa), de forma que tengamos porciones que luego podamos comer en un razonable período de tiempo. Para consumirlos, solo tenemos que tener en cuenta sacarlos del congelador la noche antes para dejarlos en la nevera durante el proceso de descongelación.

Antes de consumirlos, ya hemos comentado en anteriores post, los quesos bien hayan estado congelados o no, deben de sacarse al menos media hora antes de degustarlos. Pero especialmente en el caso de que hayan sido congelados, no estaría de más dejarlo secar fuera del envoltorio para que todavía esté más sabroso.

Si te estás preguntando si una vez descongelado, puedes volver a congelarlo, nuestra recomendación es no hacerlo, al igual que otro tipo de alimentos, lo cual no quiere decir que si has descongelado un trozo de queso y has realizado una rica receta cocinada con él, una vez finalizada, no puedas congelar de nuevo el plato.

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